“¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo? No está aquí ha resucitado” (Lc 24,5-6). Son las palabras que los ángeles dijeron a las mujeres cuando fueron a visitar el sepulcro para embalsamar el cuerpo de Jesús.
¿Te has puesto a pensar lo que cada una llevaba en su corazón? ¿cuánto dolor albergaban por la separación con el ser amado muerto? ¿qué habrán experimentado cuando no encontraron el cuerpo de Jesús? y más aún, ¿qué sintieron cuando escucharon que había resucitado? Medita en tu corazón esta escena.
Este pasaje nos introduce a celebrar la pascua del Señor su trascendente paso de la muerte a la vida, paso definitivo en la historia de la humanidad y de cada persona en el que celebramos a Cristo que, con su pasión, muerte y resurrección, nos ha salvado y nos ha dado vida nueva.
En medio de un ambiente de dolor, pecado, traición, tristeza y muerte surge victorioso el grito jubiloso “¡no está aquí ha resucitado!” (Lc 24,6). Exclamación que nos invita a tener esperanza, a confiar que la muerte y la desolación no tienen la última palabra, sino la vida, el gozo de saber que Cristo ha resucitado y nos llama a anunciar esta buena nueva, a ser como los ángeles junto al sepulcro vacío: portadores de esperanza, vida y paz, aún en tiempos de crisis existenciales, vacías o desoladas.
Madre Martha nos hace una invitación semejante a nosotros y nos expresa su deseo en esta Pascua de Resurrección:
“Nuestro Jesús le regale todas las gracias que necesita su alma, y muy especialmente un aumento constante y muy grande de divina caridad […]. Caridad que le haga ser […] el ángel de las buenas nuevas, el ángel que sepa dejar a Jesús en todas las almas a las que se acerque; el ángel que con su sola presencia, aunque no hable, aunque no haga nada más que presentarse, recuerde a la Inmaculada y despierte un profundo, un inmenso amor hacia Ella”[1].
Ser ángel de Jesús nos lleva a proclamar con nuestra presencia, palabras y obras, que ¡Él está vivo! y que ha venido para darnos “vida y vida en abundancia” (Jn 10,10).
¿Qué significa para ti que Jesús está vivo? ¿Aceptas la propuesta de ser un ángel de buenas nuevas? ¿para serlo, qué actitudes vas a practicar?
[1] AHSVCFE I.2.3.247. Fondo Martha Christlieb, cartas a Hermanas de la Vera Cruz Hijas de la Iglesia. Pascua de Resurrección [1954].